Música y fiestas populares

España es un país conocido por sus fiestas populares. Las conquistas, la religión, las costumbres… todo pasa por el filtro festivo y se convierte en una fecha señalada en el calendario celebrada en pueblos y ciudades. La variedad de culturas y formas de vida que han habitado la Península Ibérica desde el principio de los tiempos, dibujan un escenario de cultivo para la fiesta popular, único en el mundo. Son muchos los viajeros que desde hace siglos, se quedaron prendados por nuestras fiestas. Muchas de ellas han quedado plasmadas en cine, pintura o novelas, y son conocidas en el mundo entero. Ayudando así a conformar nuestra identidad de cara a otros países.

Las conquistas católicas en territorio español, dieron origen a las fiestas de moros y cristianos, que hoy se celebran en muchos pueblos, especialmente del área levantina. Las costumbres ancestrales de pastoreo y nuestra cultura unida al toro, dieron origen a los Sanfermines. La pasión por el fuego, la traca y la crítica social, conforman la idiosincrasia de las Fallas valencianas… y así un larguísimo etcétera, que da la vuelta a la geografía española, subrayando en rojo muchas fechas en los calendarios.

La música es una parte fundamental de la celebración festiva. La música anima, prepara el cuerpo y el espíritu para la diversión. Los pasodobles, auténticos protagonistas sonoros de la vida rural y urbanita de España, ponen la banda sonora a muchísimas fiestas: no sólo las taurinas, también las de moros y cristianos o incluso bodas. Y es que “Paquito el Chocolatero”, se ha alzado con los años como el pasodoble imprescindible en todo tipo de eventos y que incluso ha trascendido fronteras, conociendo diversas fronteras (con mejor o peor gusto).

La Feria de Abril de Sevilla, se mueve a ritmo de sevillanas, así como las demás ferias que animan la cultura andaluza llegando el buen tiempo.

Los carnavales de Cádiz, no serían nada sin sus comparsas, coros y chirigotas, mezclando la música popular con la acidez de las letras más críticas, que convierten a la tacita de Plata en un reclamo turístico sin igual.

Manifestaciones religiosas populares como las surgidas en El Rocío, se animan con casi cualquier tipo de música, pero son las típicas canciones de coros rocieros las que animan el sentimiento y fe de los que andan el camino.

Estos son sólo algunos ejemplos de la unión fundamental entre música y fiestas regionales y populares. Una unión perfecta y que crea una identidad única de cada fiesta, perfectamente reconocible.

En Motiva, disponemos de una amplia base musical que puede dar respuesta a las necesidades de todo tipo de negocios en épocas festivas de cualquier tipo.