El mp3 ha muerto

El mp3 irrumpió en nuestras vidas justo cuando internet estaba ya en casi todos los hogares del mundo. Un formato de compresión de audio, que al ocupar poco espacio en discos duros, promovió que pudiera compartirse por la red, llegándose a crear plataformas online de descarga de archivos de audio.

El formato comenzó a desarrollarse en los años 80, por un grupo de investigadores alemanes que tenía como objetivo, reducir el tamaño de la música que era capaz de almacenar un cd. No fue hasta 1995 que comenzó a verse en la red. Daba comienzo así a la piratería en internet. Diversas empresas vieron negocio en este nuevo formato y lanzaron al mercado infinidad de pequeños aparatos a pilas, destinados a reproducir este nuevo tipo de archivo. Las descargas comenzaron a multiplicarse y en un breve periodo de tiempo, el mp3 puso en jaque a la industria musical. Los artistas se quejaban del descenso en las ventas de discos, mientras que las webs que ofrecían gratis discos completos gracias a este formato, crecían exponencialmente.

Pero en el mp3 no todo eran ventajas para el usuario. Dependiendo del nivel de compresión utilizado, la música en este formato siempre lleva asociado una pérdida de calidad con respecto a la grabación original registrada en un cd comercial. Aunque la música de consumo hoy día parece estar más destinada a la escucha con auriculares (no siempre de buena calidad) y de forma casual y masiva, son muchos los amantes de la música que nunca han estado realmente contentos con este formato. Escuchar mp3 en tu dispositivo móvil, no es lo mismo que escucharlo en tu cadena hifi de gran calidad: es ahí donde el mp3, se muestra como un formato de poca calidad.

Hoy, en pleno 2017, el Instituto Fraunhofer, el centro de investigación alemán que desarrolló el mp3, anuncia su muerte. Desde el pasado mes de abril ha dejado de conceder licencias para su utilización. Esto significa que evidentemente el mp3 convivirá con nosotros muchos años más, al ser el formato de compresión de audio más extendido. Pero pasados esos años, toda la música nueva que nos encontremos en la red, tendrá otra extensión.

La desaparición gradual del mp3 es debido a que en la actualidad existen formatos de audio de muchísima más calidad y que aportan un nivel de compresión similar. Las principales plataformas de streaming y comercialización de música digital como Spotify, Itunes o Apple Music, utiliza desde hace mucho tiempo otros formatos de audio como el ACC, lo que ha llevado a la empresa alemana a abandonar definitivamente su formato, en favor de la calidad. Esto significa que también dejarán de fabricarse reproductores de mp3.

En estos 24 años de existencia, el mp3 ha creado disputas con la industria musical, conseguido que grupos y artistas desconocidos se abran hueco en la red, creado nuevos gadgets de entretenimiento… en definitiva, ha contribuido a llevar la música a todos los rincones del planeta, superando la barrera económica y cultural. Lo recordaremos siempre como el formato que revolucionó la vida musical de todos.