Recién comenzado el 2018, toca hacer balance del año que acabamos de dejar atrás. Seguro que son muchos los propósitos y metas que nos planteamos al inicio del pasado año, y en la mayoría de los casos no se han conseguido. Propósitos tales como perder de peso, dejar de fumar, comer sano, aprender algún idioma nuevo, reducir nuestro nivel de estrés,…
Recientes estudios por parte del psicólogo británico Richard Wiseman indican que tan solo el 12% de las personas que se han propuesto algo para cumplir a lo largo del año, lo han conseguido. Además, dichos estudios indican que los hombres tienen más éxito cuando se unen con otros para lograr dicho objetivo (la unión hace la fuerza), al igual que las mujeres, que tienen más posibilidad de éxito si se apoyan en sus amigos y familiares.
Lo esencial a la hora de establecer un propósito u objetivo a lograr es ser objetivo y realista. Pongamos como ejemplo el perder peso. Muchas son las dietas milagro que nos venden indicando que se pueden bajar muchos kilos en poco tiempo. Estas se apoyan en productos químicos que ayudan a bajar de peso con rapidez, pero que a largo plazo provocan el famoso efecto rebote, ya que se hace imposible mantener durante tiempo el consumo de dichos productos, y la reducida ingesta de alimentos que nos “recetan”.
Por ello hay que ser realista y marcarse unos objetivos que puedan cumplirse a largo plazo. Lo ideal es convertir estos objetivos en hábitos cotidianos, de nuestro día a día, así no verlos como una meta inalcanzable, sino como algo más de nuestra vida cotidiana.
Es muy importante planificar dichos objetivos, estableciendo un periodo de tiempo para la consecución del mismo. Una buena opción es establecer pequeños objetivos, para hacer más fácil la consecución de los mismos, y transformar esos logros en algo mayor, con la finalidad de hacer que dicha meta se convierta en hábito. Por ejemplo, si queremos bajar de peso, la actividad física es muy importante. Mucha gente suele apuntarse al gimnasio a comienzos de año, y muy pocos son los que finalmente acuden de forma regular, y cuando lo hacen, realizan las actividades físicas a gran intensidad, durante varios días de forma consecutiva, produciendo el cansancio, las consecuentes agujetas, y la desmotivación. Es mejor plantearse el acudir una serie de días concretos, y comenzar con actividades de menor intensidad, hasta alcanzar un nivel físico más óptimo.
Para apoyarnos en la consecución de estos objetivos es muy importante contar con una actitud positiva y motivadora. En el caso del ejercicio físico, contar con herramientas que nos motiven a la hora de desarrollar la actividad en cuestión, tales como un buen equipamiento deportivo (zapatillas, vestuario, y material adaptados a la actividad a realizar).
Pero hay una herramienta muy motivadora a la hora de enfrentarnos a nuestras metas: la música.
La música puede ser una fuerza muy poderosa. Ha llegado incluso a prohibirse su uso en las principales maratones del mundo para evitar el denominado “dopaje emocional”.
Uno de los efectos principales de la música proviene de su capacidad de participar en el sistema nervioso simpático del cuerpo. La activación de este sistema prepara al cuerpo para la acción cada vez que nos enfrentamos a un reto en nuestro entorno.
Una música con ritmos rápidos y a un volumen elevado provoca que las vías respiratorias se abren, el ritmo cardíaco se acelere, y los músculos esten preparados para moverse. Las percepciones auditivas – los sonidos bruscos o aquellos que de repente aumentan en frecuencia o volumen – se disparan para alertar respuestas.
Y no solo dentro del desarrollo de una actividad físico-deportiva. Si lo que queremos es dejar algún “vicio” insano o reducir nuestro estrés, la música es una gran aliada. Una música relajada y tranquila ayuda a reducir nuestro ritmo cardiaco, la presión arterial, y el nivel de la hormona cortisol, responsable del estrés.
Por ello desde Motiva te aconsejamos el uso de la música para afrontar con éxito todos los retos y propósitos que te marques para este año.
- ¡Larga vida al rock! - 12 julio, 2023
- Tu mejor melodía se llama personalización - 15 marzo, 2023
- Día Internacional del Flamenco - 15 noviembre, 2022