La música en las cenas de empresa

Llega la época en que los restaurantes se llenan de empresas que celebran el cierre del año. En ellas, a menudo se aprovecha para hacer balance del año y a su vez para desconectar de los resultados (tanto si han sido buenos como malos) con buena comida y un ambiente adecuado.

Otro elemento que caracteriza estos eventos es que se tiende a profundizar en la personalidad de aquellas personas que, en número de horas, han estado casi más cerca de uno que su misma familia pero que se desconocen por haber interaccionado en un entorno profesional.

Compañeros y superiores que además pueden tocar a tu lado de forma casi aleatoria y con los que quizá no hemos intercambiado jamás una sola palabra fuera del ámbito profesional. Cierto es que en estas charlas a menudo se continúan tratando temas profesionales (por aquello de que es lo más fácil) pero en cualquier caso se hace necesario (y casi obligatorio) romper el hielo.

Y qué mejor forma de hacerlo que con una atmósfera que fomente la charla y la buena onda entre los comensales. Para ello, además de una decoración adecuada, un espectáculo en directo o un Dj que anime la post cena, también es necesaria una ambientación musical adecuada durante la misma que además vaya preparando al personal para las copas y el baile posteriores.

Así pues e independientemente del formato de la velada, esos momentos deben estar amenizados con música elegante y moderadamente tranquila. Por ejemplo, un tipo de música que haga referencia a la Navidad pero combinada con música general sería una opción segura. El motivo de incluir música genérica es que, a fin de cuentas, los villancicos que existen son limitados en número y reproducirlos en bucle, podría agotar al personal.

En este sentido, para cenas o comidas de carácter más informal recomendamos los covers de Navidad realizados por artistas conocidos combinados con otros covers de música genérica de artistas más desconocidos.

Una fórmula a nuestro juicio interesante porque, con un tempo relajado y una música reconocible -ya sea a nivel de quienes las interpretan como a nivel de sus melodías-, podría servir incluso para animar un tema de conversación sobre la misma en un contexto que a menudo carece de ellos.

Otra opción interesante para cenas o comidas en este caso más formales sería el jazz navideño instrumental combinado con música clásica genérica o también navideña.

El volumen de la música debe ser aquel que permita la conversación. Resulta incómodo tener que limitarte a hablar con el de al lado y por otro lado, se agradece escuchar de lo que hablan los de más allá para unirte a sus conversaciones o incluso para adquirir algún contenido en el que profundizar u opinar con el de al lado.

Tras el objetivo cumplido de haber contribuido a distender el ambiente, llega la parte más divertida de la noche (algunos se toman ello al pie de la letra) en que un dj se encarga de aumentar el tempo y el volumen.

En Motiva, somos especialistas en lograr el efecto emocional deseado en los oyentes y en hacer canales adaptados a un tipo de cliente concreto o a una situación determinada como es en este caso, una cena de empresa.

Para ello, analizamos el ADN de la empresa (sus valores, su misión y visión), el perfil de sus empleados y las características del entorno en el que se va a producir el evento así como las particularidades de este último.

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